viernes, 17 de febrero de 2023

CÓNDORES NO ENTIERRAN TODOS LOS DÍAS

 

LEÓN MARÍA LOZANO

EL CÓNDOR

Hace 51 años se publicó la novela  “Cóndores no entierran todos los días”, escrita por Gustavo Álvarez Gardeazábal, que narra cómo surgió el terror bajo el mando de León María Lozano en la ciudad de Tuluá y el norte del Valle del Cauca, en el marco de la violencia agenciada por los dos partidos tradicionales, luego del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el nueve de abril de 1948. Violencia que aparentemente culminó cuando los jefes de esos dos partidos hicieron un acuerdo de paz y fundaron lo que se llamó el Frente Nacional en 1958. Pues ese ciclo de violencia terminó para dar vida a otros, como la época de los bandoleros, y luego, el nacimiento de las guerrillas comunistas.

La novela de Álvarez Gardeazábal marcó un hito en la narrativa sobre la violencia, por su escritura y concepción creadora, que une la fábula con la historia real, y pone en escena a la ciudad de Tuluá como un personaje que sufre, junto con muchos ciudadanos de esa región, el terror agenciado por el Cóndor. Así se apodó a León María, cuando alguien hizo una analogía entre los “pájaros”, que eran grupos de militares y paramilitares al servicio del partido conservador, y el Cóndor, que es el rey de las aves que viven en los Andes.




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